Opinión: El precio de la libertad: un acuerdo entre las partes
OPINIONES 12:26
La crisis en valores que perturbe a las poblaciones, se transfiere en esclavitud para los que con escasos esfuerzos benevolentes logran exhibir grandes fortunas, y al caer en el enlace de sus propias redes, negocian todo o parte de sus bienes a cambio de disfrutar de los placeres de que han sido impedidos.
Cuando un sistema judicial está desintegrado, se pone de relieve al momento de aplicar sanciones por las infracciones cometidas, y se hace una ponderación entre la condición socioeconómica del sujeto y la influencia que pueda existir con ciertos órganos sociopolíticos que se prestan para semejantes aberraciones. Es decir, las medidas cautelares en numerosas circunstancias no se toman por las características de los hechos, sino, por las condiciones favorables que pueda exhibir el infractor.
El complejo proceso de la privación de libertad pone en evidencia la amplitud de las puertas de los recintos penitenciarios y /o tribunales cuando se trata entrada a los mismos, y su angostura respectivamente al momento de salir de ellos.
Cuando la libertad se negocia a toda cuesta por encima de los derechos ajenos, esta se convierte en un ejercicio sombrío, sobre todo en circunstancias que se ha atentado contra la integridad física, material o intelectual de un individuo, y en consecuencia el culpable resulta favorecido.
Resulta asombroso, que los congéneres que en las naciones buscan y anhelan la felicidad reciban un trato como si fuesen objetos, que conociendo y cumpliendo sus deberes; al momento de exigir sus derechos, estos le sean ofrecidos a modo de venta cuando gratuitamente le corresponden.