En quince días descenderán las aguas del río Paraguay
PORTADA 7:31
Paraguay. (PL) Dentro de quince días las aguas del río Paraguay habrán descendido del nivel de 7,15 metros, lo cual ha provocado inundaciones en este país. El informe fue hecho por el jefe de navegación de la Marina paraguaya, capitán Amilcar Fariña, quien indicó se espera ese tiempo para que las guas de la vía fluvial se vayan retirando de las zonas anegadas en la capital calificada como zona de desastre por las decenas de miles de damnificados.
De acuerdo con Fariña si ello sucediera tal como se plantea ahora en el mes de septiembre comenzaría el regreso a sus humildes casas de los refugiados en la parte alta de la ciudad, siempre en caso de que no hayan sido devastadas por la riada.
Sin embargo, reiteró las advertencias hechas durante las últimas horas sobre la posibilidad de que a partir del mes de noviembre llegue el fenómeno atmosférico conocido como El Niño, caracterizado por una nueva etapa lluviosa con la amenaza de repetir el dramático desborde de los ríos.
Mientras tanto, la ciudad de Villa Oliva situada en el departamento de Ñeembucú, a unos 120 kilómetros de Asunción, se declaró la víspera en emergencia después que las lluvias e inundaciones obligaran a situar a las familias residentes en las riberas del Paraguay en refugios y carpas.
La administración de la hidroeléctrica binacional Yaciretá brindó ayuda de víveres y materiales para improvisar pequeñas viviendas donde colocar a los primeros afectados pues las aguas no sólo destruyeron las que poseían sino llegaron hasta las carreteras cercanas cortando el tránsito.
El ministerio de Salud designó a un grupo de sicólogos que recorre en Asunción los abarrotados albergues o los improvisados asentamientos en calles de la capital del país y los profesionales detectaron el nivel de ansiedad e incertidumbre existente incluso provocador de incidentes.
Están en una situación de incertidumbre, abandonaron sus casas y viven en condiciones precarias, algunos han perdido sus trabajos porque eran recolectores o tenían pequeños negocios y ahora no tienen nada, dijo el informe médico al analizar parte de setenticinco mil damnificados.
De acuerdo con Fariña si ello sucediera tal como se plantea ahora en el mes de septiembre comenzaría el regreso a sus humildes casas de los refugiados en la parte alta de la ciudad, siempre en caso de que no hayan sido devastadas por la riada.
Sin embargo, reiteró las advertencias hechas durante las últimas horas sobre la posibilidad de que a partir del mes de noviembre llegue el fenómeno atmosférico conocido como El Niño, caracterizado por una nueva etapa lluviosa con la amenaza de repetir el dramático desborde de los ríos.
Mientras tanto, la ciudad de Villa Oliva situada en el departamento de Ñeembucú, a unos 120 kilómetros de Asunción, se declaró la víspera en emergencia después que las lluvias e inundaciones obligaran a situar a las familias residentes en las riberas del Paraguay en refugios y carpas.
La administración de la hidroeléctrica binacional Yaciretá brindó ayuda de víveres y materiales para improvisar pequeñas viviendas donde colocar a los primeros afectados pues las aguas no sólo destruyeron las que poseían sino llegaron hasta las carreteras cercanas cortando el tránsito.
El ministerio de Salud designó a un grupo de sicólogos que recorre en Asunción los abarrotados albergues o los improvisados asentamientos en calles de la capital del país y los profesionales detectaron el nivel de ansiedad e incertidumbre existente incluso provocador de incidentes.
Están en una situación de incertidumbre, abandonaron sus casas y viven en condiciones precarias, algunos han perdido sus trabajos porque eran recolectores o tenían pequeños negocios y ahora no tienen nada, dijo el informe médico al analizar parte de setenticinco mil damnificados.