En Diverso. "Huellas". Por Carolina Romano.
OPINIONES 11:01
En Diverso
Por Carolina Romano
Huellas.
Con un fuerte abrazo se saludaron una maestra y un alumno al que no había visto desde sus tiempos de docencia en una pequeña escuela de la provincia. El joven había crecido, ya no era ese pequeño adolescente fácil de enfadarse por cualquier nimiedad, aunque aun se percibía en él ciertos rasgos de ñoñería.
El muchacho estaba avanzado en sus estudios y casado con una hermosa chica de cualidades que lo complementaban. Mientras él contaba sus logros y experiencias la maestra quedaba maravillada porque el joven resaltaba enseñanzas que había aprendido de ella, y cómo estas le ayudaban en su día a día e incluso de algunas vivencias que en su tiempo escolar lo impactaron y se convirtieron en su sueño de vida.
Recuerdo las veces que me visitó por motivo de mi ausencia a clases y aquel paseo misionero a Jarabacoa al que pensaba no asistiría por falta de recursos. Entre sollozos la escuché conversar con mi madre y responsabilizarse de mí y los gastos para el viaje. La labor que realizamos ese fin de semana quedó guardada en mi corazón; planeo dentro de unos años realizar excursiones similares junto a mi esposa.
La maestra tenía olvidado aquel recorrido pero se asombró de lo importante que aun era para su joven ex alumno.
Como esta profesora, vamos marcando la vida de quienes de alguna manera u otra nos siguen, trazamos el camino que luego ellos querrán transitar.
Sería oportuno reflexionar: ¿Qué camino estoy trazando para los que vienen detrás?
Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Proverbios 22:6
c.romanoflorentino@gmail.com
Por Carolina Romano
Huellas.
Con un fuerte abrazo se saludaron una maestra y un alumno al que no había visto desde sus tiempos de docencia en una pequeña escuela de la provincia. El joven había crecido, ya no era ese pequeño adolescente fácil de enfadarse por cualquier nimiedad, aunque aun se percibía en él ciertos rasgos de ñoñería.
El muchacho estaba avanzado en sus estudios y casado con una hermosa chica de cualidades que lo complementaban. Mientras él contaba sus logros y experiencias la maestra quedaba maravillada porque el joven resaltaba enseñanzas que había aprendido de ella, y cómo estas le ayudaban en su día a día e incluso de algunas vivencias que en su tiempo escolar lo impactaron y se convirtieron en su sueño de vida.
Recuerdo las veces que me visitó por motivo de mi ausencia a clases y aquel paseo misionero a Jarabacoa al que pensaba no asistiría por falta de recursos. Entre sollozos la escuché conversar con mi madre y responsabilizarse de mí y los gastos para el viaje. La labor que realizamos ese fin de semana quedó guardada en mi corazón; planeo dentro de unos años realizar excursiones similares junto a mi esposa.
La maestra tenía olvidado aquel recorrido pero se asombró de lo importante que aun era para su joven ex alumno.
Como esta profesora, vamos marcando la vida de quienes de alguna manera u otra nos siguen, trazamos el camino que luego ellos querrán transitar.
Sería oportuno reflexionar: ¿Qué camino estoy trazando para los que vienen detrás?
Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Proverbios 22:6
c.romanoflorentino@gmail.com