Según la DEA Colombia produce el 90% de la cocaína incautada en EE.UU.
INTERNACIONAL, PORTADA 8:44
Consumo de cocaína y muertes por sobredosis van en aumento
Por
Marcelino Santana
Editor
Internacional
Corresponsal
en New York
WASHINGTON.- Después de años de progreso en la lucha contra el cultivo de coca y la
producción de cocaína, Colombia es una vez más en este momento, el mayor
productor mundial de cocaína y el origen de aproximadamente el 90 por ciento de
la cocaína incautada en los Estados Unidos, según el Programa “DEA Cocaine
Signature” de la Drug Enforcement Administration (DEA).
Entre 2013 y
2016, el cultivo de coca en Colombia aumentó en más del 130 por ciento, de
80.500 hectáreas en 2013 a 188.000 hectáreas en 2016, y lo más preocupante para
Estados Unidos, es que la producción potencial de cocaína aumentó más de 200
por ciento en el mismo período, de 235 toneladas producidas en 2013 a 710
toneladas métricas en 2016, informó el miércoles William R. Brownfield,
Subsecretario de la Oficina de Asuntos Internacionales sobre Narcóticos y
Aplicación de la Ley, en una comparecencia por ante la Subcomisión del
Hemisferio Occidental de Delincuencia Transnacional del Senado de los Estados
Unidos.
Asimismo, “el
consumo de cocaína y las muertes por sobredosis en los Estados Unidos también
están en aumento”, precisó Brownfield.
El
funcionario estadounidense dijo que todo esto es a pesar de que desde el año
2000, Estados Unidos ha invertido más de 10.000 millones de dólares para
mejorar la seguridad ciudadana, interrumpir el tráfico de drogas y combatir las
redes criminales para promover la paz y la prosperidad en Colombia.
Señaló que a
raíz de una dramática disminución de las muertes relacionadas con la sobredosis
de cocaína en Estados Unidos desde 2006, esta cifra ha aumentado constantemente
desde 2012, llegando a 6.784 muertes por sobredosis en 2015, el mayor récord
desde 2006.
Comunicó que
este aumento se debe a múltiples factores, entre ellos, la decisión de Colombia
de poner fin al Programa de Erradicación de la Coca Aérea, apoyado por Estados
Unidos en 2015, así como las técnicas de contra-erradicación implementadas por
los cocaleros.
Brownfield
indicó que informes generalizados manejados por la DEA indican que las FARC
instaron a los cocaleros a plantar más coca, supuestamente motivados por la
creencia de que la inversión y los subsidios del gobierno colombiano después
del acuerdo de paz se concentrarían en las regiones con mayor cantidad de
cultivos ilícitos.
Reveló que
el gobierno colombiano también redujo las operaciones forzadas de erradicación
manual en áreas controladas por las FARC para reducir el riesgo de conflictos
armados a medida que las partes negociaban un acuerdo de paz definitivo.
“Y por
demás, el presupuesto de erradicación manual de Colombia ha disminuido en dos
tercios desde 2008, lo que se tradujo en una reducción del 90 por ciento en el
número de erradicadores manuales en 2016 en comparación con 2008”, expresó
Brownfield en su comparecencia ante la Subcomisión del Senado.
Agregó que
para Estados Unidos, la implementación de un plan antinarcóticos efectivo para
Colombia es ahora más importante que nunca, en un momento en que el gobierno
colombiano está implementando un acuerdo de paz que promete mantener a las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fuera del campo de batalla y
de la economía ilícita.
“Tenemos una
oportunidad limitada para revertir las recientes tendencias preocupantes de
narcóticos que amenazan la seguridad y la salud de los ciudadanos aquí en los
Estados Unidos, así como en Colombia y en todo el resto del hemisferio
occidental”, exclamó William R. Brownfield.
Significó
que el Gobierno de Colombia ha sido un socio fuerte de los Estados Unidos en la
lucha contra la delincuencia y el narcotráfico por más de dos décadas, tanto
así que los esfuerzos conjuntos han
producido resultados positivos. Desde 2002, los homicidios en Colombia han
caído más del 50 por ciento y los secuestros han disminuido en un 90 por ciento;
En 2016, Colombia tuvo la tasa de homicidios más baja reportada en 40 años.
“Y nuestros
éxitos compartidos en el ámbito de la seguridad también llevaron a las FARC,
que participan ampliamente en el comercio de drogas, a la mesa de negociaciones
y ayudaron a hacer posible la conclusión de un acuerdo de paz”, aseguró
Brownfield.
Informó
Brownfield que en el período previo a la cesación oficial del programa de
erradicación aérea en septiembre de 2015, el presidente colombiano, Juan Manuel
Santos, anunció una estrategia antinarcóticos que establecía tres áreas
prioritarias: programas de desarrollo rural para reducir el cultivo de drogas;
Intensificar los esfuerzos de aplicación de la ley para desmantelar los grupos
delictivos organizados; Y los enfoques de salud pública para abordar el consumo
interno de drogas.
Precisó que
esas prioridades se ajustan a los aspectos antinarcóticos del acuerdo de paz,
que se centran en un plan nacional de sustitución de cultivos y desarrollo
alternativo que se implementará en 44 municipios donde se cultiva el 60 por
ciento de la coca.