Estados Unidos, Guerra de Mercado y nuevo orden mundial
OPINION, PORTADA 12:08
Por Nelson Reyes Estrella
En el cumplimiento de un rol protagónico, Estados Unidos ha jugado su papel en un sistema que viene gestándose desde miles de años y que esto han sabido perfeccionar para hacer del “hombre un lobo para el hombre”, pero que si no hubiese sido Estados Unidos habrían sido otros.
Los Estados Unidos han sido los policías del mundo después de la segunda guerra mundial, su liderazgo ha desatado grandes polémicas y esto se hace en muchas ocasiones de forma despectiva para criticar acciones criminales que desde el imperio para algunos o desde el pentágono para otro, se ejecutan.
Ciertamente, a los Estados Unidos le ha tocado un rol protagónico que le ha valido las más duras críticas y con razón, porque, aunque la sociedad ha aumentado la calidad de vida, no obstante, ha sido en base a un sistema que promueve la destrucción a escala planetaria, un sistema que se ha encargado de promover un consumo despiadado que lo que menos le preocupa es la justicia social.
Ese rol protagónico ha sido en lo económico desde 1872 cuando desplazó a Inglaterra como la primera potencia económica y a partir de 1991 cuando el poder global se convierte en unipolar por el dominio absoluto de EE. UU y se extiende hasta la crisis financiera de 2008, donde inicia un proceso geopolítico que obliga a un mundo multipolar.
En un mundo con tanto desafío, donde no cabe duda que se necesita el liderazgo de alguna potencia que encabece las acciones, cabe preguntarse: ¿Quién está dispuesto a asumir el costo del liderazgo global? Para financiar la seguridad, los problemas medioambientales… ¿Seguirá Estados Unidos financiando proyecto insostenible o replanteará su economía?
En cierto modo, para el mantenimiento de su liderazgo, Estados Unidos ha tenido que financiar seguridad a países ricos y esto ha proyectado un deterioro continuo de su economía, este tipo de liderazgo ha dejado claro que estamos en un escenario donde Estados Unidos no es el único líder y que, según algunas proyecciones económica, de sus actuales socios del G7 para el 2040 sólo la nación norteamericana sería parte del mismo.
No todo es culpa de los Estados Unidos, este es un sistema, que, si bien es cierto que los gringos han sido los más beneficiados, también es una realidad que la sociedad se resiste a un cambio, de manera que el imperio como le llaman ha jugado su papel en un sistema que viene gestándose desde miles de años y que esto han sabido perfeccionar para hacer lo que planteo Hobbes “El hombre un lobo para el hombre”.
El mundo unipolar hizo la sociedad más individualista, todo el mundo andaba buscando lo suyo, pocos son lo que promueven la solidaridad y la fraternidad y no es para más, pues los seres humanos en su mayoría se han hechos esclavos de necesidades que no existen, más que en la lucha por imponer lo suyo sobre el otro.
Muy cierto es lo que dijo reciamente Noam Chomsky de que el sistema capitalista consumista solo sería derrotado por la propia naturaleza y no es para menos, nadie se resiste a las bondades individuales que ofrece este sistema y que la mayoría casi absoluta muere con la esperanza de una mejor vida.
Está bien claro que si no hubiese sido Estados Unidos hubiesen sido otros, pero la gran potencia de norteamericana ha sabido manejar el gran poder global para convertirse en una gran potencia que hoy ante la crisis que se erige en el centro de sus entrañas, se resiste a creer que estamos en un mundo multipolar, donde cada vez más países, se unen a las luchas por un mundo de más oportunidades y a la amenaza que representa el deterioro perverso a que ha sido sometido el planeta.
Ante esa mirada, nace un nuevo orden mundial que mira un pasado temeroso, para pensar un futuro que trata de renunciar a las guerras de las armas, las religiones y la repartición de tierra, pero que utiliza la tecnología y el mercado para bombardear enfermedades y crear necesidades que no existen, y de esta manera a la vez disminuye la creciente población, hacer las guerras de los mercados.