Opinión: Triunfalismo tiene varado al PLD
OPINIONES 12:45
Por Luis Columna.
Hemos visto con bastante preocupación el poco interés que despiertan las próximas elecciones generales en un sector del Partido de la Liberación Dominicana, donde el triunfalismo se ha adueñado del espíritu luchador y triunfador que lo ha mantenido en el poder por tres periodos consecutivos.
Recuerdo que en el mes de marzo pasado, el titular de la Secretaria de Asuntos Electorales del PLD, Lic. Danilo Díaz advirtió que según la tradición de ese órgano, el partido estaba atrasado en su calendario político. En ese mismo tenor, ya se conformó la Comisión Nacional Electoral, sin embargo esta aún no ha redactado el reglamento base que servirá para la conformación de los distintos comandos de campaña y el mecanismo de elección de los distintos candidatos a cargos electivos.
Los últimos acontecimientos a lo interno del reinante PLD, fueron durante meses constitutivos y caracterizados como problemas de estado, dada la gran influencia del peledeismo en todos los poderes del estado y demás instituciones oficiales. Sin embargo tras la firma de acuerdo de unidad entre Leonel y Danilo, la conclusión de la reforma constitucional y la posterior elecciones única del presidente Medina como candidato presidencial del partido, ha llevado un mensaje de política de brazos caído en los organismos medios y base.
En mi opinión tanto el presidente de la República y candidato presidencial de PLD, Lic. Danilo Medina, como el presidente del partido y ex de República, Dr. Leonel Fernández deben salir juntos a las calles a movilizar a las masas y visitar a los dirigentes del partido en las provincias, municipios, circunscripciones electorales y seccionales en el exterior a razón del des-amino que actualmente invade la mente de estos dirigentes por circunstancias que todos conocemos.
EL triunfalismo que se sienten en gran parte del partido y del gobierno podría ser peligroso y perjudicial a los intereses generales de la organización de no tomarse las medidas correctas. El partido no está cedulando a sus militantes, ni simpatizantes y mucho menos, teniendo contacto con el electorado. Muchos están muy confiados en la alta popularidad del mandatario y no se están dando cuenta que ese importante fenómeno no basta para ganar.
Para ganar unas elecciones tan complejas como las venideras, hay que tener resuelto asuntos técnicos y estratégicos de orden político como el contacto permanente con la gente, un proceso de cedulación masivo de miembros y simpatizantes, en adición de una estrategia política ante los centros y recintos electorales. No basta el excelente marketing político del gobierno. El partido debe salir a las calles y restablecerse la triple relación, partido/gobierno/sociedad.
La alta dirigencia oficialista debe tener en cuenta que justo para esta fecha del año 2011, el candidato opositor Hipólito Mejía le llevaba 22 puntos porcentuales de ventaja al candidato oficial de entonces y hoy presidente de la República, Danilo Medina Sánchez y en solo cuatro meses, ya estaban empatados y al mes siguiente Danilo se montó en un Mercedes Benz turbo 500 e Hipólito jamas lo alcanzó.
Con esta reflexión quiero llamar la atención del presidente y candidato Danilo Medina, del presidente del partido, Leonel Fernández, al resto del Comité Político y la Comisión Nacional Electoral a concluir cuanto antes lo relativo al reglamento que regirá las reglas del juego para la conformación de los comandos y el mecanismo de elección de los distintos candidatos que conformaran las boletas electorales del partido a nivel nacional.
No podemos jamás subestimar las habilidades del oponente y Luis Abinader, candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM) es un hombre preparado, relativamente joven y sin cola que pisarle en el uso y el manejo del poder, pero que también cuenta con un conjunto amplio de zorros dirigentes que saben usar el poder.. En pocas palabras, este no es el Guapo de Gurabo.... Dicho esto ultimo que no nos cojan asando batata y trabajemos como si estuviéramos mal parados en las encuestas y olvidemos el triunfalismo.