Opinión: ¿Juan TH irà a prisión por su cuento ¨Ocaso de una ¨Democracia¨?
OPINION 18:53
Por el Abogado Luis Collado
República Dominicana.-Leí hace unos días (Septiembre,
2014) el artículo escrito por Juan Taveras Hernández, titulado ¨Ley
de partidos. ¿Para qué? ¿Qué me llamo la atención?" visto en un diario digital.
Este escrito anida un sentimiento de indignación y
critica ante la desprotección del sistema jurídico en la que uno se puede
preguntar, ¿quién protege al derecho? Sabemos que el ciudadano tiene unos
supuestos derechos, el individuo tiene unos supuestos derechos, las
victimas y partes en un proceso tienen unos supuestos derechos, pero cuando se
desconoce al Derecho mismo, violado por las Autoridades que están destinadas a
protegerlo, aplicarlo y apegarse a èl, ¿Quien lo defiende y aplica en términos
concretos y materiales, esto es, de manera efectiva y material?
Juan TH, reconocido periodista y
comunicador ha escrito infinidad de artículos y lleva una vida en la que sus
convicciones son muy concretas y especificas. Analizar su
trayectoria, nos ofrece una idea concreta sobre su vocación de servicios y
compromiso social. Sin embargo, analizando el contexto de sus escritos y la
eventualidad de que pueda ser condenado por dizque violar la Ley de Difusión y
Expresión del Pensamiento (Ley No. 6132 Promulgada en la Etapa
Post-Trujillista y previo a los 12 años de la Era de Balaguer y otras
disposiciones penales), al:
- Repetir lo que la gente dice incesantemente en las calles y que se recoge en muchos clamores y rumores recurrentes sobre actos de corrupción, no tan solo de los funcionarios de la gestión de pasada, sino de los actuales, y de otros que pertenecieron a otras gestiones gubernamentales.
- Etiquetar lo que la Cámara de Cuentas de la República Dominicana contiene en sus informes periciales cuando indica irregularidades e inconsistencias contables u otros términos similares, que describe, mas sin calificarlas, necesariamente.
- Lo peor es que pueda ser castigado
arbitrariamente por cumplir un deber y una obligación constitucional
de todo y toda ciudadano(a) relativa a denunciar toda irregularidad,
pedir la investigación de un funcionario o exfuncionario que ha sido
señalado por nuestra sociedad como presunto autor de un ilícito
o una incompatibilidad jurídica en el ejercicio de sus funciones, que no
necesariamente tiene que configurar un hecho penal. No obstante, ello
es obligatorio a pena de sanción penal, para los Miembros del Ministerio
Publico y otros funcionarios públicos conforme a nuestra normativa
jurídica, pero estos últimos, también, tienen miedo por diferentes razones
que no vienen al caso en el momento.
¿Qué declaró el distinguido periodista
Juan TH? Digamos que por reclamar impunidad cero, está en un juicio. Por
entender que nuestro sistema de garantías constitucionales no cumple con su rol
de manera efectiva e imparcial, está en un juicio. Tal vez, quiere ser
crucificado por emular una actitud cristiana, esto es, Jesús se dirige al Templo
de Jehová y denuncia que los fariseos eran hipócritas y no cumplían con la
Ley...Ello le costó cargar con una cruz sobre sus hombros y morir. Poncio
Pilato se desentendió del caso cuando se lavo las manos, pese a reconocer que Jesús
no había cometido ninguna violación a la Ley y declarado que no encontró en El
nada que justificara la presencia de Jesús ante su autoridad. Todos sabemos que
Poncio Pilato fue irresponsable, pues su cargo obligaba a ser coherente con su ponderación
de los hechos, mas no lo hizo y busco una salida conveniente donde se escogiera
entre Jesús y Barrabas...Esa historia ya la conocemos...la Semana Santa
nos la recuerda de manera conmemorativa en la Cuaresma. En síntesis, cito
textualmente lo escrito por Juan TH:
Uno. Las declaraciones del Dr. Leonel Fernández en Nueva York...
Dice, Juan TH, lo que todos oímos de un video, cito, ..¨el entonces
presidente de la República dijo en un encuentro con “compañeros” que disponía
de 40 mil millones de pesos, 90 millones de raciones de alimentos para los
pobres, y que además hablaría con Venezuela para que le aportara petróleo que
le permitiera pavimentar calles en sectores populares para la campaña electoral
en marcha de tal manera que el candidato de su partido “ganara” las elecciones.
Y así lo hizo. Los recursos del Estado fueron un factor fundamental para
que Danilo Medina hoy sea presidente de la República. Ese perverso que pretende
volver a la presidencia de la República creó un déficit de 200 mil millones de
pesos para imponer un candidato. ¡Y no pasó absolutamente nada!¨ (Cita Textual)
Dos. ¨El Comité Político del PLD no le interesa una Ley
de Partidos, ni una JCE y TSE autónomos. Quiere seguir actuando como “chivo sin
ley” para las componendas, las trampas, los fraudes, el transfuguismo, etc. Y
si al cabo de muchos años han presentado un mamotreto de proyecto es por la
presión nacional e internacional. El PLD quiere seguir gastando el dinero del
presupuesto en las campañas para su beneficio. No quiere leyes que lo aten, que
sirvan para reclamar en los tribunales, ni para las denuncias en organismos
extranjeros. Eso es todo.¨ (Cita Textual)
Tres. ¨En la República
Dominicana el problema no es de falta de leyes, es de voluntad política para
hacerlas cumplir. Leyes tenemos. Y muchas. Pero no se cumplen, ni hay autoridad
que las haga cumplir. A menos, por supuesto, que no sea de su interés. ¿Quién
cumple, por ejemplo, la ley de tránsito? ¡Nadie! ¿Quién combate la corrupción
amparado en las leyes? ¡Nadie! ¨ (Cita Textual)
Cuatro. ¨La Constitución
(artículo 146) condena y castiga la corrupción. Pero a pesar de las denuncias y
las evidencias, nadie ha sido investigado seriamente. Y nadie está preso por
“robarse el país”, expresión por la cual estoy sometido a la justicia y por la
cual seré condenado en las “altas cortes”. ... ¨(Cita Textual)
Ello produjo una seria reflexión:
a) ¿Hasta dónde Juan TH (Juan
Taveras Hernández) debe estar solo afrontando las imputaciones del Ing. Félix Bautista
y otros ex-funcionarios del ex-Presidente de la República y Presidente
del Partido de la Liberación Dominicana?
b) ¿Hasta dónde más que el derecho, por
ejemplo, del Ing. Félix Bautista, hay una amenaza indirecta y un interés
en provocar miedo a los que no comparten las acciones y conductas de un
determinado funcionario público cuando los informes levantados del propio
Estado encarnado en los experticios de la Cámara de Cuentas de la República
Dominicana y el rumor publico generan las obligaciones y deberes sobre su
trayectoria y sus posiciones, en ocasiones, controversiales.
c) ¿Hasta dónde los abogados,
profesionales y ciudadanos en general debemos dejar solo al Periodista Juan TH
por ser protagonista de un aparente cuento que se podría denominar Ocaso de
una ¨Democracia¨? No tengo el privilegio de conocer a este profesional,
¿Quien dice que cualquiera de nosotros no será victima de una situación similar
sin haber cometido una afrenta a la Ley ni a persona alguna, salvo porque
nuestro nombre reposa en un pedazo de papel con viso de legalidad o no seamos
del agrado a determinados sectores de Poderío...?
d) ¿Hasta dónde debemos permanecer
indignados y en silencio, no porque Juan TH este siendo juzgado y
posiblemente sea condenado, independientemente de que no haya cometido delito
alguno; sino porque las denuncias, rumores, clamores e informes de la Cámara de
Cuentas, Contraloría General de la República Dominicana, reposan en silencio
por ante las instituciones y autoridades públicas competentes sin que se haya
hecho algo al respecto?
Sabemos que esa selección de quien será
juzgado y quien no bajo circunstancia alguna puede ser privilegio
de exfuncionarios ni de funcionarios , ni de sectores específicos ,
sino que en un Estado Social y Democrático de Derecho, todas las
instituciones deben cumplir de manera efectiva e imparcial con su rol.
Reclamar la efectividad y los derechos que la Ley pone en la Constitución,
Tratados y Leyes no puede ni debe ser motivo de miedo ni de retaliaciones.
Es voz populis que tenemos
mucho tiempo escuchando hablar de despilfarros, malversaciones de
fondos, desviaciones de dineros públicos, funcionarios y exfuncionarios,
sin importar el color de sus banderas, que no pueden probar la procedencia de
sus riquezas exorbitantes... Estamos conscientes de que el hambre
despedaza a los menos pudientes y que la crisis y el desorden están devorando
nuestros presupuestos privados... y ello se ha tolerado de manera impotente y
con una actitud de resignación, pesimismo y angustia... Podríamos reflexionar
en ello y olvidarnos de toda la problemática existencial por la que
atravesamos. No obstante, surge la pregunta: ¿Y, ahora, nos quieren callar y
someternos al terror y al miedo? ¿Nos quieren arrebatar eso cual si fuera
un atraco en plena plaza pública y que no podamos expresar ni siquiera
dolor, ni derramar una lagrima que manifieste nuestro sufrimiento? ¿Las
Leyes que se promulgaron fueron consagradas para qué? ¿Aparentar ante
el resto de la Humanidad que somos una Sociedad Democrática y con un sentido cívico
apegado a ella, o fue para que disfrutáramos y ejerciéramos plenamente esos
derechos, valores y principios?
Entiendo que tenemos derechos a
expresarnos con respeto y exigirlos conforme a los principios, valores y normas
consagrados en nuestra normativa constitucional. Igualmente, que el camino
que corresponda seguir a Juan TH, no debemos permitir que lo haga solo, pues no
se trata de él, sino de los derechos que nos corresponden a todos los
y las ciudadanos (as) de exigir rendiciones de cuentas, investigaciones y,
en los casos de existencia de informes como los existentes en la Cámara de
Cuentas, Contraloría General de la República Dominicana, pronunciamiento como
el realizado por el doctor Jorge Subero Isa cuando hablo del caso Sun Land calificándolo
como un Crespón Negro sobre la Justicia Dominicana, así como los demás casos
denunciados por otros ciudadanos, no es como para que seamos indiferentes al
hecho de que no es una situación personal lo que está en juego sino
la protección del propio Sistema Democrático y sus
Implicaciones.
La presente reflexión se motiva en
el interés de darnos cuenta hacia donde nos encaminamos sino comenzamos a
realizarnos una autocritica y nos mantenemos indiferentes a reclamar de
manera cívica, pacifica, organizada y respetuosa siempre de las
instituciones, mas allá de las reservas que puedan existir contra muchas de
estas, a que saquemos por lo menos una bandera desde nuestras casas en
señal de repudio contra una eventual condenación contra Juan TH, que sería la
censura contra todos nosotros; o de estar presentes en el Palacio de
Justicia de Ciudad Nueva el día en que se vaya a pronunciar la sentencia dándole
un respaldo moral a este periodista para que sepa, que en el peor de los casos,
que sería una condena a prisión, el no está solo ni su actitud responsable
ha sido en vano. ¡Dios, Patria y Libertad! (DominicanaDigital.net)